El pasado 15 de
Enero del presente año el parlamento chileno aprobó la Ley que prohíbe el uso
de Timerosal en dosis de vacunas destinadas a niños/as menores de ocho años,
embarazadas y adultos mayores. Uno de los principales argumentos legales es el
“principio precautorio” por eventuales daños neurológicos en el desarrollo de
los niños/as, específicamente el Autismo, debido a la presencia de Mercurio en las dosis, elemento que se
usa como preservante del compuesto. En los días siguientes fuimos testigos de
un importante debate ciudadano acerca de los efectos que tienen los componentes
de las vacunas y su posible relación con trastornos llamados neurológicos, pero
por sobre todo el que se conoce como Autismo.
El estudio del Autismo
desde la perspectiva del psicoanálisis, tiene una larga tradición que ha
contribuido al debate mundial. Su posición ética se descubre en el intento por
desmarcarse del enfoque “patologicista”, marcado por la mirada sobre el Autismo
como un déficit o una perturbación del desarrollo normal.
Para el
Psicoanálisis de orientación Lacaniana, el Autismo sería fundamentalmente una
forma muy particular que tiene una persona de ubicarse en el mundo y, por lo
tanto, de construirse una realidad (www.autismos.es). Más allá de
su asociación a una(s) causa(s) orgánica(s) o de otra índole, lo relevante
sería no agotar, ni reducir las respuestas ante la pregunta en qué consiste ser
un sujeto con Autismo.
El psicoanálisis
(y en especial quienes lo practicamos) no desconoce los avances de las ciencias
y su aporte a la salud global, sino más bien, nos interroga el lugar que tiene
el sujeto y la singularidad de cada persona cuando se ve afectada por una
situación que le causa malestar y sufrimiento.
Es común que
ante un niño/a con Autismo el mundo adulto a su alrededor no comparta ni comprenda
los códigos que usa para expresarse y, más bien, en el intento por ubicar,
normalizar y catalogar esa diferencia, acontece un tremendo dolor a nivel
familiar para lograr tratar con lo desconocido. Y es ahí cuando se provoca una desconexión
entre el niño/a y su medio ambiente, que termina muchas veces con segregaciones
importantes a nivel educativo y de la vida social en general.
En su enseñanza,
Jaques Lacan (psicoanalista francés), planteó que es una dificultad común la de
escuchar a los niños/as autistas, en
especial cuando alguien se ocupa de ellos. Sin embargo siempre “hay algo para decirles”. Es decir, que
ante todo, esa dificultad por comprender y vincularse con un niño/a autista, no
puede ser impedimento para dirigirles una palabra que lo acoja y que lo ubique
en relación a un cuidador/a, un padre, una madre, un hermano/a. En definitiva
ante la sociedad en su conjunto.
La oferta en la
escucha y acogida de niños con Autismo y sus familias se orienta en dichas
directrices, es decir en rescatar la subjetividad y la singularidad de cada
niño/a, relevando que sus síntomas (por ejemplo sus ecolalias, sus rituales favoritos,
su silencio) tienen el rasgo de lo novedoso y lo creativo, donde cada uno propone
nuevas exigencias, formas y juegos por descubrir. En síntesis, se trataría de
una manera de preservar lo que ese niño/a ha construido para establecer una
relación significativa con los objetos y los otros que lo aman y lo cuidan.
Oscar Delgado
Francisco Ojeda
ALP
Chile
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