El pasado 15 de
Enero del presente año el parlamento chileno aprobó la Ley que prohíbe el uso
de Timerosal en dosis de vacunas destinadas a niños/as menores de ocho años,
embarazadas y adultos mayores. Uno de los principales argumentos legales es el
“principio precautorio” por eventuales daños neurológicos en el desarrollo de
los niños/as, específicamente el Autismo, debido a la presencia de Mercurio en las dosis, elemento que se
usa como preservante del compuesto. En los días siguientes fuimos testigos de
un importante debate ciudadano acerca de los efectos que tienen los componentes
de las vacunas y su posible relación con trastornos llamados neurológicos, pero
por sobre todo el que se conoce como Autismo.