20 de junio de 2016

El analista y una tentativa de su función en la institución


La pregunta por el trabajo del psicoanalista en una institución de salud mental, es algo que insiste en las discusiones dentro de nuestra asociación. De distintas maneras he escuchado a mis colegas de la ALP presentar su singular quehacer con los dispositivos institucionales, los cuales a su vez también tienen sus singularidades. De aquellas discusiones y de mi praxis en instituciones de salud ha surgido mi interés en formalizar, para intentar decir lo que hace un analista de orientación lacanianaen un dispositivo de salud institucional. Ahí es necesario poner el acento en “un”, puesto que cada cual inventa una manera de sortear los impasses de la institución, los cuales son solidarios del psiquismo de ese analista. Deriva de lo anterior, la consideración de lo singular del analista y aquellos elementos que se podrían considerar comunes a su inserción en algún dispositivo sanitario.
Para trabajar el tema me parece orientadora la siguiente referencia:
A mi juicio, es absolutamente viable practicar el psicoanálisis en las instituciones, bajo la denominación que se quiera y más allá de  cualquier dogmatismo no útil. El punto es verificar si hay psicoanalistas en las instituciones y cómo saben hacer con las contingencias institucionales. (Aveggio, R. 2013, p. 376)

17 de mayo de 2016

Psicoanálisis lacaniano y singularidad en el abordaje del maltrato infantil

El psicoanalista lacaniano, no puede no preguntarse por el impacto de la época, es decir, cómo esto lleva a interrogarse por la práctica analítica en este nuevo milenio. 
Por esto mismo, un tema que me interesa reflexionar, es algo que he podido experimentar en la clínica que realizo en Instituciones.
He tenido la oportunidad de atender niños maltratados, personas envueltas en violencia intrafamiliar y me he encontrado con algo en común: un sujeto obligado a asistir a un tratamiento psicológico y un dictamen judicial que alude al quehacer. 
Muchas decisiones en relación a los sujetos, se determinan en función de convenciones, políticas y normativas. A modo de ejemplo, se dictamina que un niño maltratado asista a un tratamiento reparatorio, puesto que, el Estado se ha comprometido a cumplir lo que se señala en la Convención sobre los Derechos del Niño y como ésta dice que el niño "por su falta de madurez física y mental, necesita protección", se acudirán a todos los dispositivos que  posibiliten  dicho cumplimiento.

15 de abril de 2016

Un país que rie

El país ríe en la escucha parlamentaria sobre el aborto. No lo digo en sentido crítico, puede ser un buen índice. Lacan al volver sobre el chiste, más bien el witz, sitúa en la risa el momento de placer luego de que el código ha sido modificado, incluso remecido, por una nueva significación, por un plus de significación, a partir de cierta articulación significante. Un más allá como efecto de la equivocidad constitutiva de éste.

Es probable también, como signo de época, que efectivamente los grandes relatos se vuelven irrisorios. Las ideologías salvajes comportan algo pueril. Cae el Nombre del Padre. Hay los nombres del padre y otras formas de anudar.

Un periodista sondea opiniones entre pasos ciudadanos. Uno dirá “la mujer tiene que decidir no las leyes”. No habla de los “derechos de la mujer” que sería, curiosamente, un imposible para el psicoanálisis. Para el ser hablante la posición sexual implica el paso por el significante. Ahí la anatomía no dice nada. Ahí se trata más bien de una lógica para una u otra modalidad de goce.


La posición femenina, no así el goce femenino, cuenta con la particularidad de que una parte del goce no pasa, no es seriado, por el significante. La lógica fálica, propia de la posición masculina, no logra absorber o subsumir por entero el goce. Por lo que el tratamiento de la pulsión, la relación de la mujer con el resto pulsional es distinto. Diré que hay cierta plasticidad para alojar ese resto.

Entonces, ¿de qué se trata en el debate? ¿Se trata de sostener una discusión sobre la vida y sus principios o es que lo irrisorio dice relación con lo pretenciosa que se vuelve la ley cuando intenta abordar lo femenino? Las mujeres abortan hace millones de años. Es más, el cuerpo femenino ejecuta abortos “espontáneos” desde siempre. Es parte de su saber hacer. La mujer tiene una relación particular y muchas veces singular con su cuerpo. No esperan en fila la salida de una ley para que ello comience a ocurrir.

Ahora bien, si la discusión y el debate se refieren a la vida y sus principios, ¿tenemos los analistas que abandonar la misma y dejar que la medicina reduzca todo en argumentos etológicos? Me parece que nos interpela en el punto en que una conceptualización de la vida no nos es ajena y la causalidad psíquica es una orientación para ello.

José Luis Obaíd
ALP Chile

23 de marzo de 2016

El psicoanálisis ante el debate de las drogas

Nos encontramos en una época comandada por un mercado caracterizado por el efecto de  radicalización de la operación de producción de objetos de libre disposición. Esta situación  ha tenido consecuencias devastadoras para la subjetividad, fomentando la ilusión que todo puede ser un objeto de consumo. Un ejemplo paradigmático de lo anterior son las drogas, objeto de consumo que se ha convertido en ícono de la operación hipermoderna del mercado. Las personas que ingieren una sustancia con cierta habitualidad se les denomina popularmente "consumidores", forma que grafica que las drogas son el paradigma del consumismo de nuestra época. Las drogas enfrentan al sujeto a la dificultad de aceptar la pérdida y postergar la satisfacción, situación que queda reflejada en el consumo de la Pasta Base, sustancia que produce un efecto de euforia tan breve que empuja al consumo sin freno. Si el consumo hipermoderno no se detiene en su sucesión vertiginosa, no hay tiempo para estar con el otro. Esa es una de las consecuencias más devastadoras de las adicciones, corta con los vínculos y lazos con los otros dejando al sujeto solo en su con-su-mismo.

6 de noviembre de 2015

Lo Femenino y el Lazo... Psicoanálisis y Mujeres


Por José Luis Obaid

El encuentro con las mujeres, al menos lo que el registro civil nomina mujer a partir de la diferencia anatómica, no es novedad para el psicoanálisis. Más bien, el nacimiento y desarrollo de la disciplina se encuentran intimamente relacionados con dichos encuentros y también con los desencuentros, los avatares y el devenir de la mujer y el ser femenino.

Tanto así, que la pregunta ¿qué quiere una mujer?, será inmortalizada por Freud, testimoniando la impotencia del saber, de un saber totalizante tan propio de la época actual, frente a lo inconmensurable del Otro sexo, como lo llamara Lacan.